
En nuestro país se promueve en todos los ambientes el traspaso de poderes a las nuevas juventudes, es algo que los mayores deben entender, dejar esos sueños de existencia perpetua. Hay que darles su paso a las nuevas generaciones, pero a la vez se les dice a esas nuevas generaciones que la única manera de obrar con reducido numero de errores, es aprendiendo de la vida, esta nos enseña a reconocer los resultados que se pueden obtener actuando de una manera u otra, muchos aprendimos esto por experiencias.
Y no se trata de negar espacios a los jóvenes, pues ellos tienen nuevas ideas, mucho ímpetu, entusiasmo y por lo general, inyectan vitalidad a las organizaciones; sin embargo, su experiencia es poca comparada con décadas de trabajo de sus mayores, en las que han aprendido más allá de la teoría, ha resuelto problemas y ha conseguido grandes aprendizajes. El entusiasmo de jóvenes nos ha mostrado en los últimos meses la falta de experiencia, que dieron como resultado fallas, en las que se gastan muchas energías por cubrir lo ocurrido.
Se ve una juventud ansiosa por gobernar pero sin la experiencia necesaria para evitar tropiezos, y sí, aprenderán, pero a que costo? Al costo de la reputación de una organización, al costo financiero, al costo de seguidores de una marca o en casos extremos, al costo de vidas.
Un gobierno de jóvenes sin experiencia encarna la arrogancia de una generación que cree que porque tiene mayor acceso a información, conoce más; que porque pueden ver más rápido el mundo, han entendido el mundo; que porque siguen de cerca a famosos, son famosos; que porque han aprendido rápido sobre lo que alguna vez se hizo, ya saben qué hacer; que porque han visto cuando se cometen errores ya saben cuales fueron las causas; que administrar la carrera es tan fácil como manejar el Twitter y que los problemas en la vida real se resuelven tan fácil como borrar un post. Hay muchos jóvenes capaces de asumir responsabilidades para manejar un país, pero todo a su tiempo.
No vale la pena el descubrir que las cosas no son tan fáciles como parece y que nada, absolutamente nada, es sustituto para el tiempo, la experiencia y las canas. Si el obtener experiencia, significa poner en riesgo el bienestar de muchos, tu no estas capacitado para desempeñar esta responsabilidad, pero no dejes de luchar y sigue aprendiendo, tu tiempo vendrá pronto.
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